viernes, 14 de octubre de 2011

Isidro y Bea

Érase una vez una niña llamada Bea. Era alta, educada, cariñosa y buena. Tenía el pelo rubio y la piel clara. Vivía en un pueblo pequeño y acogedor, rodeado de plantas. Le gustaba saltar a la comba, jugar al piso y a la rueda con sus amigas.



Iba a la escuela de su pueblo y estudiaba mucho. Más tarde, al pasar unos años, se fué a Málaga para estudiar en la Universidad.
Al mismo tiempo que Bea, en una gran ciudad, nació Isidro. Su ciudad estaba llena de edificios, calles largas, muchos coches y mucha gente.
Isidro era moreno, delgado, algo juguetón y amable. Le gustaba mucho leer libros de aventuras y jugar con la vídeo-consola. Estudió en su ciudad y allí conoció a Bea. Se veían en clase todos los dias.





Pasó un año y se enamoraron. Terminaron de estudiar la universidad y buscaron trabajo.
Isidro trabajó en una empresa de tecnología y Bea encontró trabajo en Protección Civil.


Se llevaban muy bien y decidieron casarse.
Se lo dijeron a su familia y amigos y lo celebraron juntos. Fueron muy felices y tuvieron tres hijos que llamaron: Raul, Manuel y María.

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