miércoles, 18 de marzo de 2020

Desde mi ventana

Soy muy afortunada. Desde mi ventana puedo ver salir el sol y esconderse. Puedo ver gaviotas por la mañana cuando van a buscar su alimento y por la tarde, cuando vuelven. También puedo ver niños jugando aunque hoy están en casa, pero sobre las 12:00h casi los oigo. Veo los pocos coches que van y vienen a sus trabajos o no sé a dónde irán porque no paran de pasar en todo el día y a cualquier hora. ¡Tenemos que ser aún más solidarios! También veo personas paseando a sus perros, creo que hay muchas personas con animales en casa y por eso siempre hay alguien en la calle arrastrado por una correa y un perro. Como todos los días, una pajarillo viene de vez en cuando a visitar mis plantas.
El autobús, casi vacío, pasa de tarde en tarde,  no todo el mundo tiene coche, así que es necesario. De vez en cuando oigo que la voz de una niña/o grita por una ventana ¡estoy aburrida! Lo mismo es verdad, me da penita, porque o es que sus padres están trabajando y se aburre sola, ella no tiene edad para haber aprendido cómo se vive en soledad.
Por la mañana hace viento, pero no veo moverse las ramas de los árboles puesto que acaban de talarlos hace unos 15 días.
Desde mi ventana veo un cajero de una entidad bancaria que me tiene sorprendida, cada vez que me asomo se me va la vista hacia ese cajero y, siempre hay una persona sacando dinero. ¡No lo entiendo! Hemos almacenado todo lo que hemos podido, las tiendas están cerradas, y las despensas llenas ¿qué hace tanta gente yendo al cajero ya tres días? En algún momento conoceré la respuesta.
A las 20:00 horas, cada día veo a mis vecinos, siento que la gente está ahí porque se ven las luces encendidas nos asomamos y suenan las palmas. Aplaudo también en compañía, no podemos dejar de estar juntos esos minutos.
Desde mi ventana veo la luna que va menguando pero pronto se verá llena e iluminará la noche.

Toñi


No hay comentarios:

Publicar un comentario